Estamos en plena temporada de vacaciones y eso significa, para muchos, emprender viajes en avión. En este post queremos recoger cuatro derechos clave (no son los únicos, pero sí quizá los más importantes) y un deber que los viajeros por avión deben conocer antes de salir de vacaciones:
- Compensación por retraso: según la legislación europea, cualquier vuelo que acumule un retraso superior a las tres horas deberá compensar a sus pasajeros. La aerolínea podrá evitar la compensación siempre que pruebe que el retraso fue provocado por circunstancias extraordinarias que no pudieron ser previstas.
- Compensación por cancelación: en caso de cancelación del vuelo, el pasajero tiene derecho a un reembolso total del billete. En caso de que el pasajero se encuentre en un aeropuerto distinto del de partida, tendrá derecho a que se le recoloque en un avión de vuelta a su aeropuerto de partida. Durante la espera, la aerolínea tendrá que proporcionar comida y bebida adecuada a los pasajeros y en caso de que el vuelo de regreso sea al día siguiente, debe proporcionar alojamiento.
- Cargos ocultos: las aerolíneas están obligadas a mostrar el precio final del billete de forma clara incluyendo todos los posibles costes adicionales (como el equipaje, elección de asiento, etc.) y los impuestos aplicables. Si nos llevamos una sorpresa a la hora de pagar, podemos denunciar.
- Pérdida de la conexión cuando se hace escala: si tenemos que hacer una escala y perdemos la conexión por culpa del retraso del avión, tenemos derechos siempre y cuando los dos vuelos formen parte del mismo billete. Las opciones que nos debe dar son el reembolso del billete y un avión de vuelta al aeropuerto de partido o recolocarnos en el primer avión disponible hacia nuestro destino. En caso de que nos recoloquen y lleguemos con más de tres horas de retraso, tendremos derecho a una compensación.
Y el deber del viajero:
- Llegar a tiempo a la puerta de embarque: recuerda que no nos valdrá ninguna justificación, por razonable que sea, para pedirle a un avión que nos espere. Una vez que se cierra la puerta de embarque, aunque estemos viendo el avión a pocos metros, no podremos acceder.
Una máxima que siempre hay que aplicar a la hora de viajar es la de procurar mantener la calma y tratar de arreglar cualquier conflicto desde la diplomacia y la buena educación. Siempre obtendremos mejores resultados que mostrándonos agresivos. Conocer bien nuestros derechos es el primer paso para tener unas buenas vacaciones.